domingo, 23 de diciembre de 2012

Mejorar cuesta

Comenzar cosas nuevas es sencillo pero lo importante es tener la fuerza y paciencia para continuar mejorando con la ayuda de Dios y de quienes nos quieren bien.

Desde que me acuerdo he querido ser y hacer muchas cosas. Primero quería ser como los héroes de la tele, luego como los grandes de mi familia, que van a su trabajo o practican sus deportes. Cuando fui al kinder descubrí que el mundo era mucho más grande de lo que antes creía.
Comencé en los deportes, el canto, los estudios; conocí muchas amistades. Y también tuve algunos fracasos, porque no siempre se logra todo lo que se quiere.
La vida es así.
De tantas cosas que empecé me quedé y sigo con algunas. En casa me dicen que intentarlo todo no es malo porque así llegas a descubrir lo que te gusta y lo que puedes llegar a ser y hacer en tu vida. Pero también me dicen que no me pasaré la vida “probando” distintas cosas sino que poco a poco deberé escoger, porque no siempre somos buenos para todo.
En mis estudios me está yendo bien, realmente bien, y todos estamos felices por ello.
En el canto y la música, que me gusta mucho, este año también he tenido varias alegrías.
En el deporte también me ha ido muy bien.
En amistades he logrado muchas y muy buenas.
Pero no debo quedarme con eso sino que me he propuesto mejorar. Sin embargo, veo que cada vez es más difícil.
Este año ha sido bueno para mí, pero también muy cansador… cuando acabó la escuela tenía ganar de dejarlo todo, y este tiempo de descanso me está haciendo mucho bien.
El año que viene será más difícil aun.
Pero de eso se trata, si fuera fácil no tendría importancia, como dice mi hermano, no tendría chiste.
Más tareas, más ensayos, más entrenamientos.
Menos tiempo, menos errores, menos excusas.
Felizmente soy un poco más grande y con la ayuda de Diosito, mis padres, mis profes y compañeros lo lograré, estoy seguro.
Mejorar cuesta, pero se puede.
Sí señor.

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martes, 18 de diciembre de 2012

Mi primer partido de fútbol

Fue a principios de este año 2012 cuando luego de entrenar intensamente pude jugar mi primer partido oficial aunque en futsal ya tuve encuentros jugados y ganados.

Comencé a entrenar en serio a fines de 2011. Primero lo hice como guardameta en futsal. Me costó acostumbrarme porque los ejercicios eran muy duros, y especialmente los balonazos, muchos en la cara. Pero poco a poco mis reflejos mejoraron y ahora ya estoy en forma.
En el aniversario de la Escuela de Deportes PEDA-LE organizaron el equipo de fútbol y me tomaron en cuenta como arquero. Tuvimos nuestro primer encuentro amistoso contra otra escuela de fútbol, a la que pudimos vencer por 5 a 2. Incluso contuve un penalty
Ser arquero de futsal y de fútbol no son tan lo mismo, al menos para mi edad.
En futsal, como el campo es más pequeño, y el arco también, debes reaccionar rápido; en fútbol es diferente, el arco resulta grande pero el campo lo es también, por lo que debes correr y estirarte más.
A veces, en fútbol juego también de defensa porque mi entrenador dice que el guardameta es tan futbolista como cualquier otro de su equipo. Y eso me parece bien.
En la foto estoy a la izquierda, junto al entrenador de arqueros, al otro extremo, con visera blanca está el entrenador principal.
Ese día es inolvidable para mí, y aunque todos mis demás partidos, tanto de futsal como de fútbol son especiales, no hay nada como la primera vez.
Luego del hablo de mis amigos del equipo.
Por ahora, chau…

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domingo, 18 de noviembre de 2012

Donde hay unos hay otros

A veces la vida nos bendice con muchos dones y podemos llegar a creer que somos insustituibles pero es cuando debemos recordar ser humildes y sencillos.

Seguramente todos conocemos a personas que poco a poco se fueron superando en la vida; pero unas se volvieron orgullosas y parece que sus triunfos les han hecho olvidar que antes vivían de otra manera; sin embargo, hay otras que aunque son igualmente triunfadoras siguen viviendo como antes, con sencillez, con la misma amistad y humildad; parece que sus triunfos no les importan tanto sino su familia, sus amigos y su forma de ser.
Felizmente, la mayoría de mis amigos no son vanidosos, engreídos ni orgullosos.
Cuando alguien juega mejor que los demás, cuando aprende más fácil que los demás, cuando canta o declama mejor que los demás, o cuando tiene alguna habilidad especial, debe sentirse bendecido y no superior a los otros.
En un equipo de fútbol de mi ciudad hubo jugadores que poco a poco se fueron haciendo famosos, y cuando otros equipos se los quisieron llevar, todos los aficionados, mediante las radios y la televisión solíamos pedirles que no se vayan. Unos se quedaron pero otros, por ganar más dinero, se fueron igual.
Sin embargo, a algunos no les fue tan bien, y poco a poco quedaron en el olvido.
Uno de ellos, cuyo nombre no voy a decir, quiso volver. Pero, como el equipo tuvo que aprender a vivir sin él, hizo que su suplente mejorara y finalmente se ganara el puesto, llegando a ser un buen goleador.
Supe después que el jugador que quiso volver quedó sin trabajo y ya no se supo mucho más de él. Parece que finalmente aceptó jugar en otro equipo casi desconocido.
Esto nos enseña una cosa: ni los buenos ni los malos tiempos son eternos, y además, la vida nos da oportunidades que casi nunca se repiten; así que cuando tenemos alguna es mejor aprovecharla y no ir dando saltos por aquí y por allá, como si nuestra buena suerte fuera eterna.
Y lo más importante. No debemos creernos únicos. Y cuanto mejor nos vaya debemos ser más sencillos y más humildes. Puede que nos dure mucho tiempo, o puede acabarse mañana mismo.
Si los demás nos valoran, debemos ser agradecidos, porque si nos volvemos orgullosos, y despreciamos lo que tenemos, puede que lo perdamos sin vuelta.
Todos somos valiosos; pero hay que recordar que donde hay unos también hay otros…
Verdad?

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viernes, 2 de noviembre de 2012

Me encantan los doodles de Google

Siempre que entro a Internet uso Google para buscar lo que me interesa y me detengo a ver la forma en que arreglan su cartel con figuras relativas a la ocasión de la fecha.

La verdad no sé desde cuándo lo hacen, pero fue una idea realmente buena. Pienso que talvez comenzó como una travesura eso de arreglar las letras de la palabra Google según la ocasión: un aniversario importante, el personaje famoso del día, la noticia más buscada, etc., y muchos “etc-s” más.
Si fue una travesura ahora ya es una tradición, y es una tradición que me gusta, qué le voy a hacer.
Y puedo apostar a que no soy el único en pensar así.
Algunos días la palabra aparece armada con figuras de objetos, otras con siluetas del paisaje. Me gustan los arreglos que hacen cuando hay campeonatos mundiales, olimpíadas. Y ni qué decir cuando algunas veces son figuras animadas, que cambian de aspecto…
Quisiera saber si hay algún sitio en que se guardan estos doodles, para poder volver a ver los que me fascinaron más, como aquellos que hicieron para las navidades, o los cambios de estación.
Por cierto, vi en el diccionario que doodle significa algo así como “garabato”. Pero los de Google nada de eso, porque seguro que lo piensan mucho al hacerlos, así que de garabato no tienen nada…
Bravo, muchachos de Google. Sigan así, inventando cosas para nuestra diversión.
Sorpréndannos aun más.
Chau.

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iPhone iPad iTunes y muchas iCosas más

Hoy los chicos como yo vivimos tiempos diferentes que nuestros mayores pero no crean que es sencillo sino todo lo contrario porque la cultura de consumo puede esclavizarnos.

En casa me cuentan que los niños y adolescentes de antes vivían con menos complicaciones que ahora. El colegio parecía ser sencillo, las tareas más simples, las diversiones más fáciles de organizar, y la angustia de comprar cosas nuevas para no quedarse atrás frente a las amistades casi no existían.
Ahora dicen que todo es distinto y complicado a la vez. Debemos aprender más cosas en menos tiempo, hacer tareas que antes hacían estudiantes de más edad que nosotros, los padres de muchos amigos que tengo casi nunca están en casa y almorzar toda la familia junta es casi un milagro.
También la forma de comunicarse y divertirse ha cambiado mucho. Los juguetes antiguos eran de hojalata o madera, luego de plástico, no tardaron en llegar los eléctricos, los electrónicos y finalmente los computarizados. Su no tienes al menos un PS-2 estás fuera, y su tu celu no tiene Wi-Fi te consideran pobretón…
Que una persona valga por lo que tiene y no por lo que sea en realidad me hace pensar en lo que nos estamos convirtiendo.
Cuando hablo de esto en casa me dicen que los tiempos se están volviendo locos.
Una bromita: una profesora le pregunta a su alumnito de 8 años sobre las partes del cuerpo humano, y éste le responde con el mayor convencimiento: cabeza, tronco, miembros superiores, miembros inferiores… y celular…!
Tener un celu “de marca” y “a la moda” es hoy, para los adolescentes, un “asunto de honor”. A esos extremos estamos llegando…
Pienso que tener cosas tecnológicas está bien, si nos ayudan a aprender mejor, comunicarnos mejor, vivir mejor; pero veo que a veces ocurre todo lo contrario. Un amiguito que tengo logró que su mami le comprara un Galaxy de esos que te quitan el aliento; se pasa el día disfrutándolo pero no lo puede llevar a la calle por miedo a los ladrones, o a dañarlo; además anda sin dinero porque se la pasa gastando en crédito para sus llamadas, mensajeos, navegación, y no sé que otros gastos más que le ocasiona su juguete, porque eso es lo que realmente es para él, aunque talvez para un ejecutivo o empresario sea un herramienta de gran valor.
No contento, ha comenzado a hostigar a su mami para dar el gran salto, y ese salto se llama iPhone, porque son ya dos sus compañeros de clase que lo tienen, y él no puede “quedarse atrás”, sería un deshonor imperdonable…
Tener para usarlo porque realmente lo necesitamos y nos sirve, sí; pero tener sólo por tenerlo y que los demás vean que lo tenemos, nada más, de mi parte, no, gracias; no quiero caer en esa enfermedad.
Lo que es yo, sigo con mi celu de doce dólares, en que leo mi Twitter y Facebook al segundo, aunque sea sin imágenes, y además me sale todo gratis.
Así vivo contento, sin angustiarme demasiado…
Naturalmente, me gustará tener cosas mejores y más sofisticadas, pero cuando en verdad las necesite y ojalá me ayuden a facilitar mi vida y no a complicármela peor.
Verdad?

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jueves, 20 de septiembre de 2012

El poder de la oración tenaz

No importa nuestro idioma ni el templo a que vayamos si de verdad sentimos que estamos hablando con un Padre Celestial que oye nuestros buenos sentimientos y deseos.

Estos días estoy leyendo unas revistas que nos obsequiaron en la calle, son de esos señores que van de puerta en puerta hablando a la gente sobre la Biblia y la forma como ellos piensan que debemos ser. En casa, cuando vienen, les escuchamos pero diciéndoles que no tenemos mucho tiempo. Entonces nos hablan y explican un poco, y se van.
Algunas personas les tienen desprecio y les tratan mal. Eso me pone triste.
Mi familia es católica, pero algunos de mis tíos son Evangélicos; uno de ellos, que ya está en el Cielo, fue Testigo de Jehová; otro de mis tíos es mormón, y todos ellos son muy buenos y queridos para mí, cuando solían reunirse lo pasaban muy bien. Ahora viven en diferentes ciudades.
No entiendo por qué las personas de diferentes religiones se tienen recelos o desconfianza, e incluso pueden llegar a pelearse, si mis tíos se aprecian entre sí y nunca les he visto discutir por esas cosas.
Todos ellos me hablan de que Dios, si crees en Él, oye por igual a todos si nos dirigimos con el corazón sincero, y que eso de las religiones es sólo un detalle que para Él no significa nada, porque lo que importa realmente es la pureza de nuestro corazón.
Si una oración se hace en la montaña, en el campo, en un camino, al borde de nuestra cama o en una lujosa catedral, eso no le importa a Dios; lo que le importa es que se haga con el mayor convencimiento y fuerza posibles.
Esa es una oración tenaz, es decir, tan fuerte como lo más fuerte.
Casi todos en el mundo creemos en Dios, aunque sea con diferentes nombres: Dios, Yavé, Jehová, Alá, Pachacámac, etc. Esas formas de creer y pensar deben respetarse porque significan lo más sagrado para esas personas.
Pienso que incluso quienes dicen no creer en Dios, o que no existe, tienen alguna forma de fe o creencia, que también debemos respetar.
Rezar, orar, es como pensar en nuestras vidas, y desear que todo sea mejor; es como alimentarnos de fuerza para seguir adelante.
Por eso, el poder de la oración es la fuerza de que se viste nuestro ánimo, y si esa fuerza es grande, podemos lograr grandes cosas.
Así pienso yo.
Chau.

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Cuidado con las bromas exageradas

Hay ocasiones en que la gente hace bromas para divertirse pero cuando estas se salen de control pueden tener consecuencias impensables o incluso graves.

Hablando de buenos recuerdos en casa, les cuento que una tarde nos pintamos la cara como monstruos de película y salimos así a la calle. Fue en el último Halloween.
Mi tía, que es muy hábil para los cortes de cabello y los maquillajes, nos lo hizo muy de prisa, y salió chistoso. Todos los niños y no tan niños de la casa, con nuestras caras pintadas, fuimos a dar una vuelta por el centro de la ciudad.
Mucha gente joven llevaba máscaras de monstruos, otros iban vestidos como zombies, muertos vivientes o cosas así.
Paseamos un poco y luego, ya de noche, volvimos a casa, tomamos chocolate y, a dormir…
A todos nos gustan las bromas, pero debemos recordar que demasiadas bromas ya no es tan divertido, o incluso puede resultar molestoso, verdad?
Un día nos contaron en casa que una vez dos muchachos decidieron hacer una broma a su papá, cuándo no, el día de las bromas, que en otros lugares llaman “de inocentes”. Se vistieron de asaltantes, con gorros pasamontañas, ropa extraña, pistolas de juguete y todo. De improviso entraron a la tienda que su papá tenía e hicieron como un asalto en las películas.
Su padre, casi sin pensarlo, sacó un arma de verdad que tenía y disparó contra ellos, matando a uno y dejando herido al otro.
Cuando llegó la policía se descubrió todo: el señor se había defendido de verdad contra los asaltantes de mentira, que resultaron ser sus propios hijos…!
Hay bromas que pueden causar sustos innecesarios, o enojar en lugar de divertir. Esas no deben hacerse…
Hay bromas bonitas, bromas emocionantes, bromas para niños, bromas para enamorados, bromas para mayores, bromas aburridas, bromas fastidiosas y otras realmente ridículas o indeseables.
Dime qué bromas te gustan hacer y te diré que clase de educación y valores tienes…
Todo en exceso es malo.
Si una broma es para que la gente se divierta sin ofender a nadie, aunque esté ausente, adelante.
Si una broma es para hacer sufrir o humillar a alguien, aunque esté ausente, esa nunca.
Si piensas igual que yo, entonces, somos compañeros.
Chau.

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miércoles, 22 de agosto de 2012

El valor de la obediencia


A veces no es agradable pero cuando alguien que nos quiere dice que hagamos o dejemos de hacer algo lo mejor es tomarlo en cuenta porque siempre desea nuestro bien.

Había una vez un niño como de diez años que fue con sus padres a pasear a un bosque cercano a su aldea. Se divertía mucho subiendo de árbol en árbol y recogiendo unas flores que habían en las ramas. Parecía un monito, o Tarzán, mientras se colgaba y balanceaba. Su padre lo cuidaba desde abajo…
Pero, de repente, su padre le ordenó en voz alta que no se moviera para nada…
El muchacho obedeció, y parece que hasta dejó de respirar. Verdad que estaba en una posición incómoda, pero así y todo hizo el esfuerzo de quedarse quieto.
Luego de un momento, vio con horror pasar una serpiente mediana muy cerca de él. Quiso gritar de miedo pero se contuvo. Cuando la serpiente se alejó, el muchacho se bajó del árbol y abrazó desesperadamente a su padre, y éste le explicó que si se hubiera movido, la serpiente, al creerse atacada, le hubiera mordido y como era venenosa talvez le hubiera matado.
Su obediencia le había salvado…
¿Qué hubiera pasado si el muchacho, en vez de obedecer primero le hubiera preguntado por qué, o peor, hubiera seguido jugando?
Esta historia me contó mi mami, y siempre la recuerdo.
A veces nuestros mayores nos piden, o directamente nos ordenan cosas que en ese momento parecen desagradables: hacer dos o tres ejercicios de números más de lo que nos dijo la maestra, ver menos tele, ayudar a lavar nuestra propia ropa, dejar de jugar en el patio o la calle, etc. No nos gusta porque la diversión nos cautiva; pero si la orden viene de quien nos ama, lo mejor es hacerles caso porque nunca nos harán hacer lo que nos perjudica sino lo que nos conviene. Como pequeños talvez no lo entendemos, pero debemos tener fe y confianza.
El niño desobediente toma el control de su propia vida, y es como si manejara un auto; con su poca experiencia es fácil que lo choque y se haga daño.
Así entiendo yo el valor de la obediencia…
Cuando comprendamos mejor la vida, cuando seamos más grandes en cuerpo, pensamiento y espíritu, ya llagará la hora de tomar nuestras propias decisiones. Es más, si estudiamos mucho y supimos ser obedientes, entenderemos el porqué de las cosas. Incluso tendremos la sabiduría para dar consejos a los demás.
Porque quien quiere llegar a mandar primero debe aprender a obedecer.
Claro, sólo debemos obedecer a quienes estamos seguros de que desean nuestro bien, y a las leyes, pero nunca a los desconocidos o a los malvados.
Verdad?
Chau…

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jueves, 19 de julio de 2012

Vamos Diablo…

 
Marco Antonio Etcheverry es uno de los futbolistas principales de Bolivia y aunque ya se ha retirado permanece su ejemplo de que siempre se pueden lograr nuestros ideales.

Cuando fueron sus buenos tiempos yo aún no estaba en este planeta, pero nadie que conozca habla mal de este gran jugador.
Desde muy niño soñó con ser un buen jugador, y vaya que lo logró, porque comenzó a jugar en la Academia Tahuichi de su ciudad, Santa Cruz, llegando a ser Campeón Mundial Infantil en esos años. Después jugó ya adolescente en el fútbol profesional de la Liga Boliviana, llegando pronto a la Selección.
Tuvo compañeros igualmente buenos como Platini Sánchez, Miguel Rimba, Álvaro Peña, Julio César Baldivieso, Carlos Borja y el gran arquero Carlos Leonel Truco.
Lo llamaban El Diablo porque lo parecía: solía llegar solito con el balón al campo contrario y era difícil detenerlo, porque además jugaba con todo su corazón, a veces con demasiado corazón. Me dicen que era una delicia verlo jugar.
Esa Selección Boliviana logró llegar al Mundial de Fútbol que se jugó en Estados Unidos el año 1994, y apenas llegar por primera vez en muchos años, le tocó jugar nada menos que contra Alemania. El partido estaba empatado y al final los alemanes marcaron un gol, ganando así ese partido.
Luego, Marco Antonio “Diablo” Etcheverry jugó en Estados Unidos donde tuvo mucho éxito, hasta que se retiró.
Quienes lo conocen dicen que a pesar de haber tenido mucho éxito sigue siendo muy humilde y amable como cuando era adolescente, y eso es lo que más me impresiona.
La otra vez lo vi en la tele, él ayudará en el entrenamiento de la Selección 2012 de mi país, Bolivia. Cuando en la tele pusieron el video de cuando marcó los goles al equipo de Brasil, y cuando se ganó la clasificación al Mundial del año 1994, el Diablo lagrimeó y casi me hace llorar a mí también. Esas pocas lágrimas eran de emoción y de cariño. Y cuando alguien se conmueve así, creo que es porque tiene el corazón grande, y eso me hace apreciarlo más.
O sea, que de Diablo sólo tiene su fútbol y el sobrenombre, porque como persona me parece un “gran tipo”.
Ahora que ayudará al equipo nacional de mi país, tengo la impresión que muchos podremos aprender de su disciplina, su voluntad de seguir adelante, y de su amor por el deporte.
Cómo quisiera estar en ese equipo; pero paciencia, Dios dirá cuándo; lo que puedo hacer es prepararme cada día para que suceda.
Desde este mi blog le deseo suerte y le digo lo mismo que su entrenador de entonces, el “Bigotón” Azkargorta, le solía decir: “el buen futbolista es ante todo una buena persona”.
Así que suerte, por nuestra patria Bolivia.
Vamos Diablo…!
Chau.

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domingo, 1 de julio de 2012

Las tres R que ayudan al medio ambiente

Es tan sencillo practicar las palabras Reducir Reusar y Reciclar que si lo hacemos todos nuestro medio ambiente nos puede corresponder con una vida mejor.

Es una pena que haya tanta basura en todo el mundo. Una vez dijeron en la tele que se puede encontrar basura incluso donde no existen personas, como los desiertos y los polos. Es que el viento o el movimiento de los mares la lleva. Una vez oí que unos pescadores encontraron un envase de hamburguesas en una playa asiática muy lejana, y la etiqueta indicaba que era de una tienda del otro lado del mundo; y también que alguna vez encontraron una bolsa de plástico en el desierto de África, donde no hay ni una tienda a más de 500 kilómetros a la redonda.
Si no arreglamos el problema de la basura, todo nuestro planeta se convertirá en una pocilga sucia, y nosotros seremos los únicos culpables, también perjudicaremos a los animales, los bosques, los mares, o sea a todos y todo.
Desde muy pequeño hablamos en mi casa de las famosas TRES ERRRES: reducir, reusar, reciclar.
Antes no comprendía muy bien pero poco a poco veo que son fáciles, sencillas y no se necesita mucho dinero para ponerlas en práctica; más bien se ahorra o incluso gana dinero con estos hábitos.
A ver:
REDUCIR significa, primero, producir la menor basura posible, y cuando es inevitable, que la basura se convierta en lo más pequeño posible. Un ejemplo: podemos usar servilletas de tela en lugar de papel, así producimos menos basura, o si usamos la servilleta de papel no debemos arrugarla con desprecio sino doblarla para que ocupe menos espacio. Además, podemos usar sólo lo necesario y así ahorramos dinero.
REUSAR significa usar varias veces algo, todo lo posible. Por ejemplo, en casa tenemos papel de tareas, trabajos antiguos y así, escritos o impresos en un solo lado. Mis padres clasifican y ordenan en una caja todo lo que se puede aprovechar nuevamente. Así, yo he aprendido a escribir y dibujar en cuadernillos hechos con hojas de exámenes y tareas que mi hermano mayor hubo dado 3 o 4 años antes de que naciera, y tenemos papel aprovechable para mucho todavía. Otro caso chistoso pero también bueno: en casa usamos sólo una bolsa para ir a comprar pan. Otras personas reciben de regalo una bolsa plástica nueva cada vez que compran, pero nosotros usamos la misma hasta por 5 o 7 semanas, cuando se ajan o rasgan. La señora de la tienda se ríe y nosotros le respondemos que apostamos cuánto nos dura la bolsa. Un día que Dimas estaba parcheando con cinta plástica una bolsa del pan que de tan usadita ya la destinamos para reunir la basura, un amigo suyo que nos visitaba le dijo que eso era la mayor tacañería; yo me avergoncé un poco pero Dimas le respondió que no era tacañería ni miseria sino moderación, responsabilidad y conciencia ambiental, y mi vergüenza se convirtió en orgullo.
RECICLAR significa convertir algo que ya parece inservible en otra cosa útil, es decir, darle nueva vida y forma. Volviendo a las bolsas: mi mami es muy buena para las manualidades, un día dijo a sus alumnas que trajeran todas las bolsas plásticas ya usadas que tuvieran en casa, limpias, naturalmente; les enseñó a hacer tiras de cintas con ellas y luego tejieron en su aula billeteras, carteras… y hasta una de las alumnas se hizo un sombrero con crochet (ganchillo también le dicen)…, y lo más impensable: lo vendió a buen precio en la exposición anual de manualidades de su colegio. Y pensar que todo ese plástico hubiera ido a la basura, a taponar una alcantarilla o asfixiar a un ave silvestre.
Por eso, amigos, cuidar el medio ambiente no sólo es ir a los desfiles ambientalistas ni poner cartelitos en las aulas o pasillos. Eso también es bueno porque nos hace pensar y cambiar de ideas. Pero lo más práctico es ACTUAR, aunque a otros les parezca ridículo o tacaño.
No esperemos que otros nos den el ejemplo, debemos darlo nosotros, porque saben qué…? Los hábitos, sean buenos o malos, son contagiosos.
Contagiemos buenos hábitos.
Chau.

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