jueves, 26 de diciembre de 2013

Aquí Canta Bolivia y yo – parte 3

Las bendiciones de Dios junto al apoyo de mi familia y amistades han sido valiosas para que yo logre el mayor triunfo en el arte musical a nivel de mi patria boliviana.

The blessings of God and to the support of my family and friendships have been valuable so that I achieve the biggest victory in the musical art at level of my Bolivian homeland.

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Aquí canta Bolivia y yo – parte 1.

Aquí canta Bolivia y yo – parte 2.

Luis Armando Gutiérrez de Ayra y yo.

Patricia Gonzáles de Surcos Bolivianos y yo.

Esther Marisol y yo.


Luego de postular al Festival Nacional de Música folklórica más importante de mi país, y de lograr clasificar para la Gran Final, como ya les conté, me preparé con todo mi empeño y actué lo mejor que pude.
La verdad es que sólo haber llegado a la Final, de entre docenas y docenas de postulantes de todo mi país, ya era un logro muy lindo, pues muchos ya tenían estudios avanzados en música y canto, en academias y lugares así.
Cuando al inicio conocí a otros participantes y sus delegaciones, me sentí un poco atemorizado pues sus voces, su forma de hablar entre ellos, sus ensayos en camarines y otras cosas más me hicieron comprender ver que venían a ganar y no a pasear. Talvez por eso Sergio, mi asesor, exigió que en lugar de hacer “vida social” nos “matemos ensayando” hasta el último momento, y veo que eso sirvió: a pesar de los problemas de sonido en el Coliseo en que se realizó este festival, con asistencia de al menos 10.000 personas, lo hice, según yo y mi familia, como para soñar con alguno de los tres primeros premios.

Además, yo ya me sentía bien pagado de sólo conocer a tanta gente famosa y linda, como Patricia Gonzáles, la mejor crítica y comentarista de música boliviana, Gerardo Arias de Savia Andina, Luis Armando Gutiérrez del grupo Ayra, Esther Marisol, una chaqueña linda y amorosa, y tantos artistas de quienes, lamentablemente no tengo muchas fotos que sean mías mías (es una tragedia no tener cámara propia porque hay que rogar mucho a quienes tienen tus fotos para que las pasen, ya que Dimas y yo decidimos no llevar mi celu que sí tiene cámara, por temor a perderlo entre tanto afán y gente).

Luego de participar, la tercera noche, ya libres de toda presión pero también con la intriga ansiosa de saber cómo me había ido, fuimos al Coliseo para la fecha final, dedicada a conjuntos, estudiantinas, grupos invitados y la premiación a los ganadores. Como teníamos pase libre al área de personalidades e invitados, yo y mi mami entramos a ese lugar de la concurrencia. Allí me volví a saludar con el señor Gerardo Arias, provocándole un atraso en su ingreso a su lugar en el Jurado, también me tomé la foto con Esther Marisol y hablé con los participantes de otras delegaciones.

Llegado el momento de anunciar a los ganadores el corazón se me hizo un trapo porque ansiaba que se me nombrara al menos para un último tercer lugar. Patricia Gonzales y Carlitos Langa, al anunciar la categoría Solista Vocal Infantil convocaron a los tres finalistas clasificados, y me llamaron…!

En cuanto escuché mi nombre salté al escenario; no sea que cambien de idea…!

Anunciaron el tercer lugar, para una niña de Chuquisaca (quien está a la derecha en la foto del escenario), le entregaron su premio y trofeo…
Anunciaron el segundo lugar, y fue para la participante de Santa Cruz. Mi mami se puso eufórica. En ese momento me confundí porque de entre el público había gente gritando “Gabo, Gabo, Gabo…”. No entendía si aclamaban o reclamaban. Así y todo, la representante recibió su premio, cuando la gente pareció callarse.
Ese silencio me hizo dar cuenta: había quedado yo solo en el escenario, y quedaba un premio más por entregar. Y entonces no supe si saltar de alegría, reír, correr…

Patricia y Carlos anunciaron el Primer premio y mi nombre… Había ganado

Me quedé quieto, inclinado y recibiendo el aplauso intenso de la concurrencia. No sé cuánto duró ese momento. Entonces me acordé de cuando canté por primera vez en mi kinder, y a casi nadie le importó, cuando el señor Celso Orozco me dio mi primera oportunidad en su programa Rijchary Llajta en que canté casi improvisadamente por primera vez en televisión (mi hermano Pedro cantaba y yo le seguía entre el público en el estudio, cuando Celso, sin que nada estuviera preparado, talvez en un arranque de cariño, me llamó a cantar... ¿quién diría que así comenzó mi carrera de artista?... así fue mi inesperado y pequeño gran paso), cuando me inscribí al Festival casi a última hora, cuando ya no teníamos tiempo para un segundo tema realmente nuevo, cuando ensayamos hasta casi no poder más, todo eso y mucho más apareció en mi mente..., pero Patricia me hizo despertar de ese sueño llamándome para recibir el premio y el trofeo.

Luego de recibir los premios me animé a hablar, y dije algo así como:

Recibo este premio en nombre de todos los niños artistas de Bolivia; pero también es un compromiso que tengo para mejorar como artista y como persona. Sigan apoyando a los talentos de los niños. A mi público y al Jurado Calificador les digo que nunca se van a decepcionar de mí… y… que… Viva Bolivia… (en mi corazón: Shoooooo...!).

El aplauso que recibí luego es el más grande y dulce de todos, sin menospreciar mis logros anteriores.

Bajé del escenario, me encontré con mi mami, nos abrazamos, lloramos de emoción. Muchos más me abrazaban, ni me daba cuenta quiénes eran. Por un momento nos desconectamos de lo que estaba pasando en el escenario.
Llegaron a mí los componentes de mi delegación y todos me felicitaron, además comencé a firmar no sé cuántos autógrafos, que lo hice como podía porque no me lo esperaba. En eso parece que llamaron a otros premiados en otras categorías y la gente volvió a atender los anuncios. Quedamos mi amigo del alma, Mauri Toco, quien también había ganado en la categoría Solista Instrumental consagrándose como el mejor vientista juvenil del país, otro amigo también ganador y mi amiguita Nadina Blanco quien, aunque no ganó por ahora, tuvo una gran participación en su categoría (Nadina, donde estás? No te encuentro ni en la guía telefónica, ni en Facebook ni en ninguna parte, quiero abrazarte de nuevo…!)

Luego de unos minutos se me unió Dimas quien, talvez por venganza de la noche anterior (le había dicho que me ponía nervioso con sus exigencias de hacerlo siempre bien) se fue a la tribuna del público en general y no quiso estar conmigo en la premiación. Pero igual nos abrazamos y ya no nos separamos por el resto de la noche, en realidad madrugada ya.

Me esperaba otro premio más: vería actuar en primera fila, y luego pasar momentos inolvidables con mi grupo folklórico favorito de toda la vida: Kalamarka… pero de eso les contaré después…

No quiero acabar esta narración sin agradecer a quienes me ayudaron y sin ellos no hubiera llegado adonde llegué: gracias mami Mirtha que me soportas cuando me pongo insoportable, como artista ganadora tú también junto a mi tía Lilia, me indicaste cómo actuar en el escenario. Gracias Sergio, tu experiencia te hace maestro, cuántos me envidian por tenerte de mi asesor artístico. Gracias tía Lilia, como profe de Música me supiste dirigir en la voz. Gracias Pedro mi hermano, tú que también cantas desde bebé me indicaste cosas valiosas. Gracias Chela, ninguna charanguista de tu edad es mejor que tú, y fue un lujo que me acompañaras. Gracias José Manuel Carpio, que te trasnochaste junto a nosotros aun viviendo muy lejos de casa. Gracias tía Gloria, que nos conseguiste la canción principal y nos diste varios consejos. Gracias Edwin, que siempre nos apoyas en todo y dejas de hacer tus cosas por ayudarnos. Gracias abue René que desde tu Cochabamba linda (Quillacollo exactamente) me diste ánimos por el celular, al año volveremos a ganar en otra categoría con tu canción, verdad? Y gracias Dimas que, aunque enojón y el "pato malo" de esta película, siempre me empujas adelante.

Pero por sobre todo, gracias a Diosito, quien me puso en esta vida para dar alegría a los demás, como artista y como persona.

Y que viva Bolivia… Shoooooo…!

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Aquí Canta Bolivia y yo – parte 2

Haber participado en el mayor festival musical del folklore boliviano fue una gran experiencia por su dificultad y todo lo que pude aprender para mi vida futura de artista.

To have participated in the biggest musical festival in the Bolivian folklore was a great experience for their difficulty and all that I could learn for my future artistic life.

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Aquí canta Bolivia y yo – parte 1.

Luis Armando Gutiérrez de Ayra y yo.

Gerardo Arias de Savia Andina y yo.

Patricia Gonzáles de Surcos Bolivianos y yo.

Esther Marisol y yo.


Hola amistades. Ya les conté en la parte anterior de esta narración la forma como salí clasificado para la Final del Festival nacional de la Canción ”Aquí Canta Bolivia”. Entre que supe esta noticia y el inicio del Festival tuve que ensayar mucho, para hacer el mejor papel posible.

Llegado el día del inicio, por la mañana, hubo un desfile de las delegaciones por las calles de mi ciudad, Oruro, y luego la bienvenida a las delegaciones de todo el país, a cargo de la Gobernación. Así pude conocer a los demás artistas clasificados que llegaron de sus ciudades, y también a grandes personalidades de la música boliviana, como Patricia Gonzáles del programa Surcos Bolivianos de Radio Panamericana, Gerardo Arias de Savia Andina, Luis Armando Gutiérrez del grupo Ayra, Esther Marisol, la chaqueña de oro, y otros más. También nos entrevistaron radios y canales televisivos de mi ciudad y del interior del país.

Luego del acto de protocolo, supe que invitaron a todas las delegaciones a un almuerzo y un city tour por los lugares bonitos de mi ciudad Oruro. La verdad, me hubiera gustado participar, más por hacer amistad con tantos artistas de toda Bolivia; pero nos enteramos mucho después, por la noche, ya que en cuanto se pudo, Dimas, mi pá, y yo nos fuimos a casa, a ensayar, ensayar, ensayar, aparte de que mi mami, por su parte, estaba apurando lo del vestuario y esos detalles.
Casi al comenzar el Festival fuimos al Coliseo, con capacidad como para 20.000 personas, a observar el escenario y ver cómo habría de desempeñarme, pues me tocaba concursar el segundo día, es decir, al día siguiente (porque todo el Festival dura tres días).
El escenario y el espacio para el público eran impresionantes, me causaron gran temor. Era la primera vez que actuaría frente a tantísimas personas…

No fui a ver la primera fecha ya que Sergio, quien me asesoraba, aun no estaba conforme con mi desempeño, y exigió que siguiéramos afinando los dos temas de mi participación, la cueca “Gaviotas del mar” y el tinku “Mi llajtita”. Entonces, yo, Sergio con la guitarra y “toda la campaña”, mi prima Chela con el charango, mi tía Lilia con la percusión, mi hermano Pedro y nuestro amigo José Manuel Carpio con los vientos, mi mami Mirtha con mi voz, mímica, manejo en el escenario y todo lo demás, ensayamos hasta muy tarde.

La noche siguiente, cerca de la hora, fuimos al Coliseo y nos alistamos en el camarín. Me recordaron las principales reglas: no era un espectáculo sino un difícil examen de canto (la diferencia entre actuar y concursar), cantar “a la nota” correcta, cueste lo que cueste, no hablar nada ni tocar el micrófono, y varios otros detalles más, ya que todo buen Jurado Calificador se fija hasta en esos mínimos detalles.
Artistas, invitados, representantes de otras delegaciones, técnicos y muchos más entraban y salían apurados de los camarines. Cuando ya fue casi la hora, me pareció que estaba como en un sueño, porque imaginaba a la gente haciendo las cosas en cámara lenta; pero de repente mi mami me sacó de ese “medio-encantamiento” diciéndome que ya me estaban anunciando.

La hora de la verdad había llegado.

Salimos al escenario en grupo, mis instrumentistas se quedaron atrás y yo tuve que ubicarme adelante, solo, como debía ser. Y de pronto, al ver el público en la penumbra, los del Jurado Calificador al frente, en sus puestos, las cámaras de televisión, y lo demás, entendí que 20.000 ojos estaban sobre mí, y quién sabe en cuántos miles de pantallas de tele en todo el país me miraban, porque el canal estatal BoliviaTV lo estaba transmitiendo vía satélite, en vivo y directo.
Pero debía continuar y lo hice.

Por algún motivo técnico, yo no tenía buen “retorno” de los instrumentos, por la distancia y el murmullo no podía oírlos directamente, además el sonido de los altavoces gigantes se cruzaba con el eco en el Coliseo, tampoco podía mirar atrás, y acordándome de todo lo ensayado en casa traté de coincidir el ritmo lo mejor que pude. Entonces agradecí no haber ido a los almuerzos, paseos con las delegaciones, ir a ver la primera fecha y demás actividades bonitas, sino haber ensayado hasta tarde la noche antes.

Canté lo mejor que pude, como había ensayado. Parece que algunas cosas no las hice todo lo bien que se esperaba o se podía, porque Dimas me dijo que los últimos ensayos del día anterior, en casa, hubieran lucido mejor… pero es que el nerviosismo fue mi gran enemigo. Y para peor, no habrían semifinales sino que un intento nada más, y ya…

Todos salimos conformes. Luego me reuní con Dimas, a quien le pedí que por esa vez no estuviera cerca mientras actuaba para no ponerme más nervioso con sus exigencias (a veces es demasiado perfeccionista, y eso es hostigante). Terminamos de ver las demás actuaciones y, ya mucho después de medianoche, nos fuimos todos a nuestras respectivas casas.

La mañana siguiente recibí una lluvia de llamadas. Familiares, tías, tíos, primas, primos, amistades, varios compañeros de escuela, incluso mi abue René de Cochabamba y varias otras personas más me decían que lo había hecho bien, me felicitaban y deseaban suerte.

Sólo quedaba esperar los resultados y la decisión del Jurado Calificador.

El final de esta historia les cuento la próxima, aunque ya les adelanté que felizmente me fue bien. Chau.

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miércoles, 25 de diciembre de 2013

Aquí Canta Bolivia y yo – parte 1

Es el mayor festival musical del folklore boliviano en que tuve la suerte de participar ganando premios y conociendo a varios artistas bolivianos famosos a nivel internacional.

It is the biggest musical festival in the Bolivian folklore in that I had the luck to participate winning prizes and knowing several famous Bolivian artists at international level.

Talvez sea la experiencia más importante de mi niñez. Como les cuento en este blog, desde muy niño me gusta la música. Como todos, comencé en casa cantando o tocando charango según podía, y así, paso a paso, logré cantar en la tele. Recuerdo que un tema que siempre me pedían cantar en la escuela y en mis primeras presentaciones era “Mi llajtita”, y a mí también me gustaba por su grito estribillo…

Viva Bolivia… Shooooooo…!

Toda mi familia me apoya y es algo que aprecio mucho. En Oruro hay un programa cultural de televisión, Rijchary Llajta (que en quechua significa “despierta, pueblo”) en que me presenté por primera vez cuando estaba en el kinder. Este programa organiza anualmente un concurso folklórico muy serio y exigente. Luego de mejorar y mejorar, en 2011 me inscribí y participé en este festival con la canción “Para volver al mar”, que cuenta la esperanza de que Bolivia tenga otra vez su acceso al mar perdido:

Arriba, donde el cielo azul, / recostado en el suelo gris,
Están las nubes de cristal / mojando el suelo mineral.
Adormecido está un país / que sueña regresar al mar,
Por un camino de paz / y verdad…

Como se podían presentar dos temas, también canté una canción compuesta por mi tía Lilia, titulada “Por qué lo dejamos”, en que se cuenta la historia y sufrimiento de los perritos de la calle:

Por qué los dejamos / solos a su suerte,
Si ellos también sienten / como tu y yo,
Por qué existe gente / tan indiferente
Que no les importa / que sufran así…

Entonces tenía 7 años. Ensayé y ensayé, hasta agotarme, pero valió la pena porque logré ocupar el Primer Lugar en mi categoría (infantil). Fue mi primer triunfo de magnitud. Parte del premio para los ganadores era grabar el tema con su videoclip, y grabé precisamente “Por qué los dejamos”.

Este año 2013, a ver qué pasaría, animado por mi mami, Mirtha, y toda mi familia, probé de presentarme al Festival Nacional de la Canción Boliviana “Aquí canta Bolivia”. La verdad verdad, sabiendo que es el festival más exigente y de mayor jerarquía de mi país, no me hice muchas ilusiones, pero total, qué podía perder. Dimas me animaba diciendo que “lo peor que puede pasar es que no pase nada”.

Como los primeros días se decía que, según la Convocatoria, sólo se podía postular con un tema, preparamos un cueca titulada “Gaviotas del mar”, música del compositor orureño Doroteo Villca y letra del también artista orureño Bonifacio Condarco. Yo veía el asunto muy difícil e insistía en cantar un tema más popular, y fácil; pero en casa me dijeron algo que aprendí y me servirá mucho: una cosa son las canciones de presentación, show y festejo, y otra muy diferente son las canciones para concurso, lo especial que tienen es que son más difíciles de cantar, por sus notas, el ritmo, y exigir el dominio de la voz. Cantar en una presentación es casi como divertirse, pero cantar en un festival es como hacer un examen…

Pues bien. Ni modo, ya estaba metido en concursar, y aunque me sentía muy presionado, me decidí.

Supimos que otros artistas y grupos, tanto en Oruro como en otros departamentos del país, pues este Festival es nacional, estaban preparando sus postulaciones haciendo cursos, ensayando y grabando sus “demos” en estudio y todo eso. Y nos pusimos manos a la obra.
 
Sergio Aldana, gran artista y guitarrista, se convirtió en el comandante de los preparativos, y por mala suerte no tenía mucho tiempo pues es profe en un colegio a 50 kilómetros de la ciudad, pero así y todo, me dedicó todo el poco tiempo que tenía, ya que también otros artistas le exigían su apoyo. Terminó yendo de casa en casa, dirigiendo y ensayando a muchos futuros participantes. También mi mami en el vestuario, la mímica, la entonación de voz; mi tía Lilia en la percusión y el dominio de escenario, mi prima Graciel (Chela para los amigos) en el charango, mi hermano Pedro y mi amigo José Manuel Carpio ambos en los vientos, ensayamos hasta el cansancio. Tampoco me olvido de mi tía Gloria que nos consiguió la melodía original de uno de los temas, y de mi tío Edwin que, con una paciencia y amabilidad infinitas, nos ayudó en todo, principalmente en llevarnos al instante adonde era necesario, sin importar el momento ni la dificultad.

A última hora nos enteramos que se podía postular con dos temas, y eso fue un aprieto, porque la cueca que dije ya la estaba afinando; pero no tenía elegida una segunda canción. Tardamos casi dos días en buscar un tema de concurso que tuviera posibilidades y además se adaptara a mi voz. Por si acaso, estábamos probando el tema “Túpac Katari” de Kalamarka (mi grupo musical preferido) que favorecía mis gorjeos y notas largas, pero Sergio, muy entendido en esto de los concursos, opinó que, como postulaba en la categoría Solista Vocal Infantil con Acompañamiento, ese tema, muy lindo por supuesto, sin embargo no era apropiado para esta ocasión porque casi la mitad era instrumental, y no se vería bien que yo esté parado, sin cantar, todo ese tiempo.
Caramba, hay que fijarse en todos esos detalles, Sergio? Pues sí, es que un Festival Nacional es algo que lo exige, si quieres participar en serio, ya que eres “solista”, y “vocal”; pequeños grandes detalles.

Sólo quedaban horas para grabar los temas, hacer los documentos y todo eso. Y ahora…?

Nos habíamos confiado en que, como habían dicho las autoridades organizadoras al principio, se debía presentar un solo tema, y no tener otro apropiado reducía mis posibilidades de clasificar a la mitad…!
Ya no quedaba tiempo para ensayar ni afinar un segundo tema con cualidades de concurso.
Entonces, perdido por perdido (es un decir, claro) nos decidimos por el tema “Mi llajtita”, que ya lo dominaba aunque por ser bastante conocido no le dábamos muchas posibilidades, pero ya no había más tiempo.

Como se ve en las fotos capturadas del video “demo”, grabamos el tema improvisadamente, solo yo y Sergio, porque mi tía Lilia, Chela, Pedro y José Manuel estaban en el colegio, y el segundo tema casi a medianoche con Pedro y José Manuel. Era el penúltimo día, quedando por hacer los papeles, cartas y todo lo demás para la inscripción.

Y así lo hicimos. Postulé con un tema lindo y novedoso, y otro también lindo pero ya no tan novedoso.
Registraron mi inscripción faltando minutos para el cierre del plazo, pero lo conseguimos.
Y luego a cruzar los dedos…

Varios días después, luego de que el Jurado Calificador analizó las postulaciones llegadas de todo el país, se publicaron los resultados. Salí clasificado…!, como consta por la nota de prensa de esos días. Y no sólo eso, al participar en el Festival, conocí a mucha gente famosa, como Patricia Gonzáles, la mejor comentarista de música boliviana, Gerardo Arias, una leyenda viviente del folklore boliviano, Luis Armando Gutiérrez del grupo Ayra, Esther Marisol, la “chaqueña de oro”, y con la bendición de Dios, gané el Festival…!

Es algo que nunca olvidaré (perdón por sentirme feliz)…

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Esther Marisol y yo

Ella es una cantante boliviana cuya voz privilegiada convierte cualquier canción en una joya y por eso muchas artistas nuevas la tienen como ejemplo de arte.

She is a Bolivian singer whose privileged voice transforms any common song to a jewel and for that reason many new girl artists have it as art example.

Talvez una pequeña diferencia con otros niños de mi edad sea que en mi familia hay varios artistas profesionales, como mi mami Mirtha, mi tía Lilia, mi hermano Pedro y mi primita Graciela (Chela para los amigos), y por eso en casa todos respiramos música, y grandes amistades también artistas, como Sergio Aldana mi asesor en la música, Mauri Toco, mi amigo del alma, gran vientista, mi tía Gloria Asunción con su voz de soprano, … a ver, quiénes más, Erick, Samuel, Moisés, grandes cuerdistas, y muchos otros a quienes les tengo gratitud.

Les cuento esto porque desde bebé, desde que me acuerdo, siempre he oído buena música, tanto nacional como internacional, y no tanto esa otra música comercial, que también me parece interesante pero algo pasajera.

Recuerdo que mi mami, mientras solía hacer la casa o sus tareas de profesora para ir a dar clases, ponía música boliviana en la voz de una artista que poco a poco comencé a admirar por su voz grave y delicada, también por el tipo de canciones que produce.

Ella es Esther Marisol.

Su fuerte son las baladas así como las cuecas y tonadas típicas del Chaco y del trópico boliviano. Nacida en Yacuiba, frontera entre Bolivia y Argentina, también cantó desde muy niña, primero acompañando a sus hermanos que conforman el grupo “Los Canarios de Chaco”, famosos en Bolivia, Argentina y Paraguay principalmente. Pronto lo hizo sola y ahora la conocen en toda América.

Tiene docenas y docenas de canciones lindas. "Morir cantando", "Mar y sol", "Tonada de San Roque, "Huerto feliz", "La vida es linda", "Pobre mi corazón", "Pretenciosa", "Tiempo feliz", etc., etc.…

A mí me encantan dos temas en especial: “No te olvides de mí”:

Triste voy caminando
por las calles pensando
lo que fue nuestro amor, nuestro amor.
Recordando palabras,
recordando caricias
cuando tu me decías ven mi amor…

y “Tierra camba encantada”:

Cómo olvidar tu verde si el canto del monte
repite tu nombre,
cómo olvidar tu nombre que sabe a payuje
y frescura de río;
cómo olvidar tus ríos, cachuelas y aromas.
y tu piel morena.
Morena tierra mía, molienda y dulzura
de caña madura
...
Chiquitano, tupí, mojeño, otuque,
camba y guaranítico es mi corazón;
llamar a la tierra con fuerza 'e guembé,
tierra camba, camba vos sos mi canción…

(El año pasado, en mi escuela, propuse a mi clase hacer una danza con esta canción, pero no se pudo porque algunos compañeros no lograron igualar el baile).

Y tuve la fortuna de conocer personalmente a esta dama chaqueña, y más me emocionó que también mi mami pudo saludarla luego de mucho tiempo, porque ellas ya se conocían de años antes. La foto es de la fecha final del XXI Festival Nacional de la Canción “Aquí canta Bolivia”, luego de que se anunció que gané el Primer Lugar como solista vocal infantil con acompañamiento.

Es una foto que la guardo con mucho cariño, porque cuando nos conocimos unos días antes me pareció una dama muy amorosa, y cuando nos volvimos a encontrar al final del Festival pudimos hablar un poco más, y me pareció más amorosa todavía.

Qué lindo conocerte, Esther Marisol, y recibir tus consejos. Tal como dije cuando me entregaron el trofeo de Primer Lugar, nunca tú, tu colega artista Gerardo Arias de Savia Andina, el otro gran maestro artista Luis Armando Gutiérrez de Ayra y los demás ilustres componentes del Jurado Calificador, todos ustedes, nunca se van a decepcionar de mí.

Te lo prometo de nuevo…

Un gran abrazo, y chau…

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domingo, 8 de diciembre de 2013

Luis Armando Gutiérrez de Ayra y yo

Es un gran autor compositor artista y cantante musical boliviano que tiene prestigio internacional en escenarios latinoamericanos y europeos gracias a su inspirado genio creador.

He is a great author composer artist and Bolivian musical singer that he has international prestige in Latin American and European scenarios thanks to their inspired creative genius.

El señor Luis Armando Gutiérrez, compositor, gran ejecutante del charango, vocalista y formador de muchos artistas nuevos, asesor de varios grupos de música folklórica boliviana, es toda una autoridad artística a quien muchos le deben (pronto también yo) su trayectoria y prestigio musical tanto en Bolivia como en otros países.

Bolivia, mi país, tiene muchas regiones. Desde las selvas más tropicales hasta las cumbres más elevadas. Un turista, en minutos, una o dos horas cuando más, puede cambiar desde un río o jungla amazónica de Pando o Beni, hasta los altísimos nevados andinos en que el aire es tan ligero que cuesta respirar; pero que aun así, podrá ver niños y jóvenes corriendo y jugando fútbol como si nada…
Por eso mismo, Bolivia tiene muchas culturas, pueblos nativos y música variada. Los ritmos, géneros y formas musicales pueden contarse por docenas: desde un yaraví del altiplano, un huayño de los valles, una cueca de las ciudades, cualquier danza tradicional de los variados carnavales, hasta taquiraris, chovenas, tobas o tonadas tarijeñas y chaqueñas.

Don Luis Armando tiene composiciones magistrales en varios de esos géneros, conocidas no sólo en mi país sino en toda América y Europa, pues ha sido invitado, aplaudido y reconocido en esos continentes.
Además, es tan noble que si un artista o grupo nuevo le pide ayuda para organizarse, ensayar y encontrar su propio estilo, él se brinda sin ningún interés, y les apoya hasta que logren sus primeros triunfos, les consigue presentaciones, les asesora con sus discos, etc.
Ni le interesa que le mencionen en público, ni mucho peor que le paguen nada; pero igual todos sabemos que muchos, realmente muchos artistas y grupos le deben lo que son…
Con su grupo, Ayra, logró fama internacional, principalmente en Europa.

No lo conocía muy bien antes del XXI Festival de la Canción Boliviana “Aquí Canta Bolivia” hasta poco después de salir clasificado para la Gran Final. Y lo pude saludar horas antes del inicio, luego de un Acto de Bienvenida que la Gobernación de Oruro hizo a todas las delegaciones.
Dimas, mi pa’, pero más mi tío Edwin, me explicaron rápidamente los méritos del señor Luis Armando Gutiérrez, me inspiraron mucho respeto, y algo de temor.

Alguien así, tan maestro y famoso, calificará mi actuación?
Podré alcanzar a conformarles con mi participación?
Con saber que el señor Gerardo Arias, a quien acababa de conocer minutos antes, estaba en el Jurado Calificador, ya me sentía un poco atemorizado, y confieso que acabé de asustarme cuando supe del prestigio y maestría de don Luis Armando Gutiérrez.
Pero ya estaba metido, tendría que hacer lo máximo, no quedaba otra…

Felizmente, me fue bien, gracias a Dios…!

La foto que les muestro nos la tomamos cuando ya finalizó el Acto de Bienvenida de la Gobernación. Tuvimos que hacer mucha fila para lograrlo porque estuvo muy solicitado, y cansado también, pues había trasnochado viajando para llegar a tiempo a Oruro.
No pude hablar mucho con él, por respeto al poco tiempo que tenía y porque demasiadas personas le solicitaban fotos y autógrafos.

Pero alcancé a decirle que conocerlo es un honor que recordaré toda mi vida. Ojalá algún día pueda repetírselo personalmente.

Es mi aspiración…

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sábado, 7 de diciembre de 2013

Gerardo Arias de Savia Andina y yo

Es el vocalista de un famoso grupo musical boliviano cuya trayectoria llena de triunfos inspira a todo artista porque a pesar de todo conserva la sencillez y dulzura expresiva de sus comienzos.

He is the vocalist of a famous Bolivian musical group whose trajectory full with victories inspires all artist because in spite of everything preserve the simplicity and expressive sweetness of its beginnings

Hola, amigas y amigos. Si ustedes ya se han enterado que logré clasificar para la Final del XXI Festival Nacional de la Canción Boliviana “Aquí Canta Bolivia”, en la categoría Solista Vocal con Acompañamiento, y que luego de competir con representantes muy bien preparados de todo mi país, pude lograr el Primer Lugar, también debo contarles que en este certamen conocí a muchos compositores, artistas y personalidades famosas de la música boliviana, como por ejemplo, a una de las mejores críticas y comentaristas, Patricia Gonzáles del Programa Surcos Bolivianos de Radio Panamericana.

Pues bien. También tuve la suerte de conocer al afamado artista boliviano Gerardo Arias, gestor y vocalista del grupo Savia Andina.
Savia Andina es un conjunto folklórico con más de tres décadas de labor que, gracias a su inigualable, estilo es conocido no sólo en Bolivia sino en todo el mundo. Sus conciertos parecen como de música clásica ligera, son más para oír y disfrutar que para bailar o festejar. Tocan y cantan “al natural” y eso los hace inconfundibles. Si comparamos sus discos, no hay diferencia con lo que actúan en vivo. Cuidan cada detalle, cada nota, cada verso, que cada tema es una joya.

En el centro de esa joya está su vocalista, el señor (quisiera escribir con mayúsculas) Gerardo Arias.

Dimas, mi pa’, dice que su voz es la misma de hace treinta años, y es verdad por los discos de esa época. Cómo no emocionarse con su voz de tenor alto (hay esa categoría?):

Ábreme la puerta, verbenita, que no soy ladrón,
Por la llave vengo, verbenita, de tu corazón…

En su voz, cualquier canción que podría ser insignificante se vuelve melodía y verso poético, como cuando cuenta la amistad entre un camionero y su viejo camión:

Somos amigos tú y yo, caray… somos amigos tú y yo, caray,
Zumba que zumba el motor veloz, zumba que zumba mi corazón,
Nuestro socio es un gran camión que comparte nuestra ilusión;
Nuestro destino siempre partir…, y en el camino vivir.

Para luego acabar con esta “casi” declaración de amor:

Quiero, quiero que tú me digas hoy
Quién nos podrá separar…

Simple, casi vulgar? No… Grande, magistral, con la grandeza que tienen las cosas sencillas. Dimas suele decirme que el diamante es precioso y único porque la causa de su hermosura es precisamente (me perdonan pero así lo dice) su ridícula sencillez. Y pienso que tiene razón.

Al señor Gerardo Arias, una leyenda viva de la música boliviana, lo pude conocer en octubre de 2013. Él, desde el primer momento, me dio una enseñanza que jamás olvidaré…

Resulta que luego de hacer el desfile callejero de todas las delegaciones que llegaron a Oruro, la mañana del 17 de octubre, nos invitaron a todos a un acto en el Salón de Honor de la Gobernación. Antes, vimos al señor Gerardo que hablaba con algunas autoridades, y cuando quedó sólo por un momento, siempre serio y pensativo como es él, con algo de temor nos acercamos para pedirle tomarnos una foto.

Dimas le dijo: - Señor Arias, buenos días, ¿nos permite una foto, por favor?
Él respondió: - Claro, hermano, encantado, ¿cómo estás?, ¿todo bien?

Nos tomamos dos o tres fotos, nos dimos la mano, nos abrazamos y saludamos como si viviéramos en el mismo barrio…
Luego de palabras aquí y allá, nos despedimos. Ya a solas me apuré a reclamarle a Dimas:

-¿Por qué no me contaste que era tu gran amigo…?
Dimas me respondió: -Es la primera vez que lo veo, y todo gracias a ti…

Habrá en otras personas famosas tanta amabilidad y sencillez? La hay, aunque en pocas, me temo…

Gerardo Arias conformó el Jurado Calificador del todo el Festival. Naturalmente no lo volví a ver sino hasta el momento de la premiación, y esa es otra historia:

Como niño-artista concursante tuve pase para las butacas de autoridades e invitados. La noche de la premiación, curiosos por saber los resultados, yo y mi mamá, Mirtha, fuimos a ese sector. Casi al comenzar la ceremonia ingresaron los del Jurado Calificador a medida que Patricia Gonzáles (la linda) y Carlos Langa (otro “señorazo”) los presentaban desde el escenario.

Apareció el señor Gerardo y yo exclamé a mi mami “Ahí va don Gerardo…!”.
Ella me pidió callar, pero tarde…

No sé por qué, pero en cuanto me vio se acercó pasándose la custodia de soldados que cuidaban a las personalidades, nos volvimos a saludar y abrazar. Le dije que había escuchado sus discos y que su voz era muy linda.
Él me respondió que también cantaba de niño, y me dio su receta para mejorar la voz y el canto.

Es la receta de las tres “e”: Ensayar, Ensayar, Ensayar…

Nos dijimos otras cosas parecidas más. La verdad tardamos mucho, y tuvo que despedirse de mi y de mi mami, quien le pidió disculpas que él ni siquiera tomó en cuenta, y más bien respondió: “para mí fue el gusto, señora…”
No miento ni exagero lo que digo, porque en la grabación de video del Festival y ese momento se nota que los presentadores llaman hasta por tres veces a que don Gerardo Arias pase a ocupar su lugar en el Jurado Calificador ya que estaba tardando “un poco” (más de tres minutos).

Es que estaba hablando conmigo, Patricia linda…! (perdón, penúltima vez, ji ji ji…).

Ahora que han pasado algunas semanas, no me explico por qué no me desmayé de la alegría ante tantas emociones y satisfacciones juntas, porque falta que les cuente muchas cosas lindas más que me sucedieron esos días. Pero será después.

Si el señor Gerardo Arias puede llegar a leer este post algún día, quisiera que sepa que lo admiro, no sólo por ser un gran cantante sino también por ser una persona maravillosa, y sé que él no cambiará…

Gracias por tu amistad, te apreciamos don Gerardo, sigue siendo así… Un abrazo.

Chau…

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