jueves, 10 de mayo de 2012

Donar sangre es regalar vida


Cuando las personas mayores donan voluntariamente su sangre sana a cualquiera que la necesite realizan un acto de amor por la vida cumpliendo ese hermoso mandamiento de hacer el bien sin mirar a quien.

When the adult people donate free their healthy blood to anyone that needs it they makes an act of love for the life completing that beautiful duty of making the well without looking the one who.

Hace más o menos un año y medio, cuando mi tío Vicho estaba muy enfermito, Dimas y yo fuimos al Banco de Sangre a entregar sangre porque le pidieron para una operación.
Un Banco de Sangre es como una clínica donde los doctores reciben la sangre que donan las personas, y la guardan en cámaras especiales, lista para enviarla adonde sea necesaria. Dimas primero respondió muchas preguntas, le sacaron unas gotitas del dedo, y luego de hacer unas pruebas le dijeron que todo estaba okey.
Luego pasó a una salita y allí obtuvieron medio litro de su sangre en una bolsita especial. A mí no me dejaron entrar pero pude ver lo que sucedía por la puerta que se abría a ratos.
Finalmente, Dimas salió y nos invitaron jugos y galletas, que yo me las comí casi todas (ji, ji, ji).
Al día siguiente, mi mami hizo lo mismo, y varios de mis tíos y otras amistades también.
Mucha gente en el mundo necesita sangre, para una operación, porque ha sufrido un accidente o está muy débil. Así, la sangre vale más que el oro porque significa la vida misma. Y todos nosotros la tenemos gratis, Dios no la da junto con nuestro organismo.
Donar significa regalar, obsequiar, dar sin recibir nada a cambio.
Cuando se dona sangre la gente está entregando parte de su vida para salvar otra vida. Ese es un acto de amor, y lo más lindo es que casi nunca se llega a conocer a la persona que la recibió.
Cuando los médicos reciben la sangre, ya no la manejan completa como antes. Ese día uno de ellos nos explicó que la analizan, separan lo que tiene, glóbulos y esas cosas, en porciones especiales, la conservan muy bien y envían esas porciones a los hospitales y enfermos que las necesitan. Parece complicado pero así se aprovecha mejor.
Las personas que donan sangre se llaman donantes.
Un donante debe ser mayor de 18 años, estar sano y no estar usando medicinas. Y sólo se puede donar como máximo dos veces al año. Y si lo hacen con frecuencia incluso reciben un Carnet de Donante.
Cuando yo sea mayor tendré ese carnet, está decidido.
A partir de esa vez, Dimas y yo vamos, el día de su cumpleaños y del mío, al Banco de Sangre a donar un poco. En lugar de recibir regalos, más bien nosotros regalamos algo a alguien que ni siquiera conocemos, pero así está mejor. Su cumpleaños es más o menos medio año después del mío. Él hace a mi nombre la donación que me tocaría a mí, hasta cuando yo pueda ser donante también; es nuestro secreto, mejor dicho lo era hasta hoy (lo hacemos sin avisar a nadie, ji, ji, ji).
Todos debemos ayudar a que los demás conserven o recuperen su salud, y donar sangre sana es una de las maneras más lindas. Debemos animar a las personas mayores en la casa a que se decidan donar su sangre sana alguna vez. Talvez así estemos salvando a una niña hermosa, o a alguno de sus padres. Talvez luego la reciba un futuro campeón deportista, o algún profesor de la ciudad, o el futuro presidente del país. Quién lo sabe, este mundo da tantas vueltas…
(De todos modos, Dios llamó a mi tío Vicho para que se convierta en Ángel, y nos cuida cada día en forma de Estrella, qué travesuras estará haciendo allá Arriba… Tío Vicho, te extrañamos pero también estamos contentos de que estés con Diosito…; ah… sigo usando la gorra y la radio que me regalaste).
Ese día, en el Banco de Sangre, aprendí que hay una forma de regalar un poco de nuestra vida a los demás, así, literalmente.
Ojalá todos nos decidamos a hacerlo. Alguien, en alguna parte de la ciudad o de nuestro país nos lo agradecerá.

También puedes leer mis otros artículos:


Nada más por ahora… Chau…

No hay comentarios:

Publicar un comentario