sábado, 16 de julio de 2011

Ella es Pepa

La foto es de cuando pesqué un resfriado, el año pasado. Tuve que estar en cama todo el día, y Pepa (su nombre es Pepona) me acompañó casi toda una mañana. Como no es molestosa, la dejé estar cerca de mí, y le encantó.
Ella fue una perrita abandonada. Mi mami la encontró hace diez años, muy flaca, aporreada por otros perros más grandes, y enferma por la calle; se le pegó y se vino a casa. Ahora vive feliz y es muy consentida.
Como es pequeña, le gusta jugar mucho. Come de todo y se ha puesto gorda.
Aunque en casa también hay otros animalitos, Pepa es la que más está conmigo porque somos muy amigos.
Esa vez que me resfrié ella también quería las medicinas y la sopa que mami me hizo… Se pasó de caprichosa.
Sin embargo, comenzó a aburrirse y se fue al patio, y sólo volvía cuando mi mami me traía algo, para que se lo dieran también.
Los perros se dan cuenta de lo que sentimos las personas. Pepita es inteligente, cuando estamos de mal humor prefiere irse a dormir a un rincón, y vuelve sólo cuando la llamamos.
Nunca supimos quiénes eran sus dueños anteriores, tampoco nadie la reclamó; pero cuando mami la encontró se vino a su verdadera casa y a su verdadera familia, que somos nosotros, especialmente yo.
Qué les parece…?
Ahora, chau…

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