sábado, 11 de febrero de 2012

Poca sal y azúcar por favor

A todos nos gusta la sal y el azúcar, pero cuando se exagera con estas cosas agradables pueden convertirse en venenos peligrosos.

¿A quién no le gusta un huevo o papitas fritas con sal? ¿O unos chocolates o refrescos dulces? Seguro que a todos, también a mí.
Cuando mi mami hace papas fritas, ella pone la sal molida y luego sacude con una cuchara grande. Pero yo quisiera que ponga más sal y ella me dice que no.
Voy a varios cumpleaños de mis amigos y en esos agasajos se sirve caramelos, refrescos y pasteles con mucha crema dulce. Y cuando vuelvo a casa me dicen que he comido tanta azúcar como para todo el mes.
Cuando comes mucha sal tienes sed, y cuando comes mucha azúcar te comienza a doler un poco la cabeza. Es porque la exageración le pone mal a nuestro cuerpo.
El año pasado vi en la tele que la sal y el azúcar pueden hacernos daño si los comemos demasiado. Primero la gente engorda pero no porque se vuelve fuerte sino al contrario más débil cada vez. Luego enferma del estómago y finalmente, como hay mucha azúcar y sal en su sangre, todo su cuerpo puede tener diabetes o enfermedades del riñón, que trata de limpiar la sangre pero termina rindiéndose.
En la tele dijeron que para los niños basta un cuarto de cucharilla de sal y media cucharilla de azúcar por día, y que en una lata pequeña de Coca Cola hay como once cucharillas…! Waw…!
Es que desde pequeños estamos acostumbrados a comer muy salado o muy dulce, pero son costumbres que aprendemos y debemos controlar, porque en verdad son malos hábitos.
Incluso me dijeron en casa que la diabetes que se tiene por comer con mucha sal y azúcar ya no tiene remedio, y cuando te enfermas es para toda la vida, tienes que cuidarte de todo, y ya nunca más puedes llevar una vida normal porque tienes que usar medicinas todos los días.
Entonces, cuando exageramos, estas dos cosas son como venenos.
A mi me siguen gustando las cosas dulces y saladitas; pero cuando en casa me dicen que “poquito nomás” ya no protesto tanto, me controlan así porque me quieren, quieren que sea sano y fuerte, como los atletas que comen comida sana y no enferman de nada.
Cuando grande quiero ser profesional, ingeniero de videojuegos, artista y futbolista, arquero de mi equipo, por eso comeré poca azúcar y poca sal…, ¡qué siempre! El sabor dura un rato y se pasa, la salud es para siempre.
Les aconsejo comer cada vez menos de estas cosas, es un poco desagradable y difícil, pero se puede.
¿Acaso quieren ser enfermizos cuando sean grandes? ¿no, verdad?
Chau.

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