lunes, 31 de octubre de 2011

Recordando mi primer día de kinder

Ese fue el día más importante que recuerdo, fue en febrero de 2009. Siempre quise ir a la escuela, pero esa mañana estuve muy nervioso. Cuando fuimos a la inscripción me alegré mucho; yo y Dimas entramos al patio y los cursos del kinder, pagamos el uniforme, la ropa deportiva y nos dieron una lista de útiles para comprar. Luego paseamos por las calles del kinder para acostumbrarnos.
Pero igual el primer día me puse nervioso, y un poco asustado, y en seguida se me pasó.
Mi mami, mi hermano Pedro y Edwin nos acompañaron, hasta las clases. Conocí a muchos niños como yo, algunos lloraban porque no querían separarse de sus mamás, y la profesora tan cariñosa les calmó con palabras bonitas. Yo me acostumbré muy rápido. Conocí a mi caballo de madera, armado sobre una vieja llanta de auto, el mío tenía sus dos orejas, también habían otros que ya no tenían orejas porque los niños al jugar se las habían sacado, ji ji ji.
Los primeros días jugábamos con rompecabezas de madera, fichas de colores o otras cosas más. Pero después comenzamos a hacer tareas, primero me parecieron difíciles pero luego ya estaba acostumbrado.
En mi país hay muchos niños que no van al kinder sino directo al Primero de Primaria, eso no me gusta porque el kinder es lo más lindo y sus papás no lo entienden así; pero también hay otros niños que no van ni al kinder ni a la escuela, y eso es mucho peor.
Extraño mucho mi Kinder Canadá, a mis profesoras y compañeros, especialmente a mi profe Graciela, que es la mejor que he tenido, y a mi compañero Fernando. Quisiera que nunca se hubiera acabado; pero he crecido, y mi actual escuela tampoco está mal.
La vida es así.
El video que Dimas puso porque yo todavía no sé hacerlo, lo filmó Edwin, que es muy cariñoso conmigo, y recién Dimas lo preparó para el Internet.
Aunque ya pasó más de dos años, sigo recordando es día maravilloso.
Vean el video. Chau.

martes, 4 de octubre de 2011

Mis amiguitos de África

Una tarde, buscando un buen canal en la tele, en CNN vi unos niños de África que no tenían comida. Parecían muy enfermos, hambrientos y casi sin ropa. Dimas me dijo que podíamos mirar esas cosas otro día pero yo le dije que quería mirar ahora, y esa noche no pude dormir.
En esos lugares hay mucha hambre, y en otros países se desperdicia la comida. Así, el mundo parece muy injusto. Dios no quiere que las cosas sean así, pero las personas pelean y se olvidan de los niños. Entonces la gente escapa de las guerras a los lugares donde no hay comida, y todos sufren.
Esos niños también son hijos de Dios, o sea nuestros hermanitos. Ellos necesitan que los ayudemos; pero están muy lejos y no sé como podríamos hacer.
Por eso, debemos respetar la comida y no enojarnos cuando en casa cocinan lo que no nos gusta. Ahora pienso que he tenido suerte de no estar en esos países, también un poco de vergüenza porque yo tengo comida y ellos no. Pero no sé qué podría hacer para ayudar.
Sólo puedo rezar y tenerlos en mi corazón. Tú puedes hacer algo más por ellos? Hazlo ya, te lo agradezco…
Chau…